Taller de Inteligencia Emocional-Social
A no ser que trabajes en un faro, vas a estar en contacto continuo con las personas que te rodean. En tu día a día o en el trabajo, una convivencia sana es esencial, partiendo de la capacidad humana para relacionarnos: la empatía, la cooperación, el altruismo o la comunicación son características inherentes al ser humano, pero necesitamos desarrollarlas para mejorar nuestras habilidades sociales y relacionarnos de manera adecuada con nosotros mismos y con las personas que nos rodean. Eso es la Inteligencia Social.
La Inteligencia Social es aquella parte de la inteligencia relacionada con la capacidad de establecer conexiones sanas y productivas desde las que existe una co-responsabilidad. Una vez que esas conexiones se establecen de manera adecuada se garantiza el equilibrio en la convivencia, sea en la vida personal o en el ámbito laboral.
Se tienen en cuenta elementos tan sencillos como:
- Predisposición para aprender
Cuando una persona está dispuesta a aprender de los que tiene alrededor es un indicativo claro de que quiere seguir progresando y que su interés por el conocimiento sigue creciendo.
- Escuchar
Muchas veces escuchamos para responder, no para comprender, y la escucha es la base de las relaciones humanas y de nuestro crecimiento personal.
- Observar
Tenemos que pararnos un momento para observar qué hay a nuestro alrededor, y ver cómo influimos en lo que nos rodea o cómo lo que tenemos cerca nos influye a nosotros.
- Tener conciencia del lenguaje y de cómo lo usamos
Tanto las palabras como los gestos son nuestra vía de comunicación con otras personas. Saber el impacto que tienen y saber interpretar y dominar gestos y palabras nos ayudará a mejorar la comunicación y las relaciones con los demás.
- Trabajar en equipo
Todas estas son cualidades esenciales para lograr un trabajo en equipo eficiente: una buena comunicación, confianza en los otros componentes y el conocimiento de uno mismo y del lugar donde se encuentra. Además, en el trabajo en equipo todas y cada una de las habilidades de los integrantes son complementarias, y en su diferencia está la riqueza.
¿Un taller de Inteligencia Social?
No cabe duda de que, como seres sociales que somos, nuestro bienestar social depende de nuestra interacción con los demás. Así pues, en la vida diaria es una herramienta fundamental, y en el trabajo es igual de importante: no solo para conseguir mayor productividad y mejores resultados, que también; pero, sobre todo, para mejorar el clima laboral, aumentar la motivación y la implicación del equipo o propiciar la retención del talento, o para conseguir afianzar el sentimiento de pertenencia. Todo esto solo se consigue si establecemos un ambiente de trabajo sano. Recuerda que todos los seres humanos tenemos el deseo de sentirnos queridos, escuchados y útiles.